EN ANTOJO DE ESCRIBIR

EN ANTOJO DE ESCRIBIR
La cueva de los Tayos (Ecuador)

jueves, 6 de noviembre de 2014

OPINIONES SOBRE EL AUTOR Y SU OBRA









“Ortega es un nuevo exponente del relato ecuatoriano, que matiza la realidad provincial con los avalares contemporáneos. Y su fuerte está en el manejo de los tiempos en las diversas historias”.
Revista SOHO INTERNACIONAL


“El azogueño Máximo Ortega… escribió la historia de un personaje de otra dimensión que experimenta con dos muchachos y va descubriendo sorpresas al tiempo que la tierra se destruye en medio de la deshumanización. Entre el realismo fantástico y ciencia ficción el ambiente y los personajes creados nos llevan hasta un final sorprendente”
Revista VISTAZO


“En la obra de Ortega su mensaje cobra vuelos perdurables cuando siendo el tema la guerra, que es universal, lo aborda con limpieza de palabra y emociones transparentes de su juventud que ama la vida y quiere y debe construir su futuro”
Diario El Universo.


Las estructuras narrativas: lenguajes y espacios denotan y delatan a un escritor de hecho y derecho dentro de los requerimientos del género. El arcoíris del tiempo le sitúa en la línea de los buenos narradores de mi Patria”
  
Rodrigo Pesántez Rodas
Poeta y escritor.

 “El arcoíris del tiempo, es uno de los textos narrativos más logrados de la literatura ecuatoriana en los últimos tiempos”.
Eliécer Cárdenas Espinoza.
Novelista.


“Máximo Ortega, joven profesional del derecho, ha tenido la capacidad para conjugar, sin que lo uno se esfume en lo otro, su vocación por la justicia con la literatura. Fruto de esta afortunada confluencia es su obra El arcoíris del tiempo, una novela sobre temas permanentes como el amor, la esperanza y también una lucubración con relación a los peligros que entrañan las guerras y la agresión a la naturaleza”.
Marco Robles López
Escritor e historiador.

“Máximo Ortega Vintimilla, sabe manejar situaciones, sus historias sobrecogen, nos dejan en la memoria el recuerdo de personajes que se enfrentaron a situaciones límite”.
Jorge Velasco Mackenzie
Novelista.


“La lectura de El arcoíris del tiempo –una novela, más cinco relatos deducidos de la misma, en que se cumple la tendencia moderna, del llamado realismo mágico dentro del género- me ha servido circunstancialmente para descubrir, con asombro y profunda complacencia, a un nuevo autor narrativo de gran calidad, oriundo de Azogues… Formulo, pues, mi más sincera adhesión y enhorabuena al joven autor del mentado libro Dr. Máximo Ortega, quien además es poeta por su ya destacada presencia en el mundo de las letras”.
Germán León Ramírez
Escritor y poeta.


“La novela de Máximo Ortega es simétrica, bien trazada, tan bien planteada con personajes perfectamente dibujados…”
Abdón Ubidia
Novelista

“El arcoíris del tiempo es la ficción ecológica, toca delicadamente en la inconsciencia del hombre que destruye la naturaleza, bella creación de la inteligencia divina…Utiliza como símbolo el Arcoíris fenómeno físico poético que ha impresionado al hombre desde la madrugada histórica, por su poesía mágica, atada a la cultura tradicional que se caracterizó por el respeto y admiración a la naturaleza y su unidad con el ser humano. Naturaleza exterior e interior unidos en una sola expresión… El Arcoíris del Tiempo, es la presencia firme en el relato ecuatoriano del joven escritor azogueño que alcanzará consagración en la novela que es "arte de maduración de los pueblos".
Edgar Palomeque Vivar
                                                                                                  Escritor y poeta.
 “Máximo Ortega es un escritor que sabe ma­nejar tiempos, historias, escenarios, ritmos y personajes con precisión y habilidad”.
Diario el Comercio.



“El arcoíris del tiempo es una obra muy modernista y que lo mejor de su narrativa está en su incursión en lo fantástico. Un libro que atrapa al lector en sus variadas tramas, lo seduce, lo obliga a seguir en sus variaciones de tono”.
Jorge Dávila Vásquez

“Ortega, lector ávido y de larga trayectoria en la narrativa y la poesía, con sus cuentos logra situarse en lo más logrado de la década del 2000” Antonio Sacoto Salamea, Ph D. Crítico literario. Catedrático University of New York.

Sus libros “El arcoíris del tiempo” y “El hombre que pintaba mariposas muertas”, se mencionan dentro del ensayo de Iván Rodrigo Mendizábal: “Aproximación empírica a la ciencia ficción en Ecuador”, publicada en “The encyclopedia of science fiction, enero del 2014 y en el Diario “El Telégrafo”, febrero del 2014.


Ha participado en la Feria Internacional del Libro de Guayaquil en octubre del 2012, con la ponencia:…..





REVISTA SIETEDIAS
EL COMERCIO domingo 19 de diciembre de 2004.                    Pág. B13
Las letras

 Relatos
Entre las mariposas y la muerte 


Es siempre motivo de  alegría el surgimiento de una voz narrativa consistente y fuerte. La de Máximo Ortega lo es. Su libro de relatos "El hombre que pintaba mariposas muertas" (Edi­torial El Conejo), trae a un escritor que sabe ma­nejar tiempos, historias, escenarios, ritmos y personajes con precisión y habilidad.
Porque el autor tampoco es un neófito en esto de escribir. Tiene algunos libros de poesía y otros de ensayo. Además, su formación como abogado y criminalista (especializado en la Complutense de Madrid) y su trayectoria profe­sional en la Policía y dirigiendo cárceles, sin du­da le han proporcionado abundante materia prima. Pero no hay que equivocarse: sus cuen­tos no son de género policial o "negro", más bien tiene un cierto aroma a Pablo Palacio.
En resumen: 123 páginas bien escritas y 15 cuentos muy bien logrados.





LIBROS













El hombre que pintaba mariposas muertas
MÁXIMO ORTEGA VINTIMILLA
EDITORIAL EL CONEJO
125 PAGINAS

















24    SOHO  INTERNACIONAL

 
     El primero de los quince cuentos de este libro bautiza al volumen del abogado cañarejo Máximo Ortega Vintimilla. Escritor con antecedente de tres libros de poesía y textos acerca de su profesión, Ortega es un nuevo exponente del relato ecuatoriano, que matiza la realidad provincial con los avalares contemporáneos. Y su fuerte está en el manejo de los tiempos en las diversas historias. Los elementos de sus relatos están inteligentemente ubicados, sin desperdicio, rigurosos, exactos, llevando al lector al desenlace sin vericuetos.
Tal vez en lo que no hay límite es en la libertad. Se siente que estos cuentos son libres y recogen, cada uno, la singularidad del tema. Libertad sin influencias, libertad sin paralelos. Es el escritor y sus palabras enfrentado desnudo a sus propias ideas. El hombre que pintaba mariposas muertas es, sin duda, un esfuerzo valioso para la narrativa contemporánea del Ecuador.









Julio del 2005


LA POESÍA ES ALGO MAS QUE UN SUEÑO









Poesía de acción la llama su autor a esta rica cosecha de sensibilidad que toca intuitivamente los interrogantes
 del hombre cotidiano.
El poeta es el Lcdo. Máximo Ortega  Vintimilla.
Tal como lo indica, enlaza el amor  individual, el lirismo juvenil con una libertad que es protesta por el dolor colectivo o de los inocentes.
Sobre todo, es un poeta quien mira y siente. En momentos de
incomprensión por los absurdos del amor, muestra reticencia a esa apertura que, sin embargo y los problemas que causa, es la
motivación universal y potente para perduración de la especie.
Su nostalgia, su lirismo, su realismo social, muestran a un poeta que en esas vías tiene un auténtico tono, diferente y superior a los intentos filosofía o de interpretación histórica.
Su mensaje cobra vuelos perdurables cuando siendo el tema la guerra, que es universal, lo aborda con limpieza de palabra y emociones transparentes de su juventud que ama la vida y quiere y debe construir su futuro.





Cuentos recuperados de la realidad, una realidad que a veces es cruel o en otras festiva, donde el lenguaje impone sus rigores: se dramatiza, o dibuja escenas libres, es coloquial o busca el vértigo de la fijeza. Máximo Ortega Vintimilla, sabe manejar situaciones, sus historias sobrecogen (nunca entretienen), nos dejan en la memoria el recuerdo de personajes que se enfrentaron a situaciones límite, donde un simple fisgonear puede enfrentarnos con la muerte, o un triángulo amatorio se destruye entre delirios y culpas.
El hombre que pintaba mariposas muertas es un libro de cuentos que se inscribe desde ya dentro de lo mejor que el nuevo relato ecuatoriano viene produciendo.
Jorge Velasco Mackenzie





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