EN ANTOJO DE ESCRIBIR

EN ANTOJO DE ESCRIBIR
La cueva de los Tayos (Ecuador)

miércoles, 10 de junio de 2015

¿QUÉ HAY MÁS ALLÁ DEL BIEN Y DEL MAL?



                                                                                                              Máximo Ortega





Si en el planeta Tierra TODO fuese bondad, igualdad, justicia, una especie de paraíso, en donde los humanos viviéramos en completa paz y armonía, con abundancia de alimentos, nos habríamos extinguido, entre otras causas, digamos que por una especie de “aburrimiento suicida”. (En Japón y los países nórdicos la gente se suicida por algo parecido, quizá porque el nivel de vida de esas naciones es elevado). Por el contrario, si en el planeta TODO fuera maldad, hambrunas y guerras, la humanidad también se habría extinguido, pero por una especie de “depresión suicida”. (Si los Hitler o Stalin hubieran triunfado con sus ideologías, seguramente, con el pasar del tiempo, aparte del exterminio físico de humanos, habrían provocado en la población suicidios en masa). Claro que los seguidores de estos seres nefastos dirían que al discriminar a “seres inferiores”, o con la eliminación sistemática de personas que no pensaban políticamente como ellos, estaban haciendo un bien a la humanidad… He ahí una muestra del milenario y filosófico problema del bien y del mal.Para unos una misma acción (por ejemplo, un linchamiento) es considerado un acto de bondad y para otros, reprochable maldad. Para algunos hacer el bien sería difundir programas de control de la natalidad, sobre todo en países pobres (el planeta se está hundiendo, entre otras cosas, por la superpoblación: siete mil millones de humanos); pero, para otros, para algunos religiosos, esto sería un vil acto de maldad. Para los gringos, deportar a los migrantes es algo positivo, sobre todo si tiene que ver con cuestiones laborales, pero para otros, para los familiares de los ilegales, es un acto injusto. Para los que están en el poder, en el gobierno, todo lo que hace su jefe, está bien; pero para los de la oposición, está mal… Y así, por el estilo. Usted, estimado lector, puede poner a este tema los matices que desee: religiosos, éticos, económicos, en fin, para tener su propio criterio. 
Pareciera que los conceptos del bien y del mal son relativos, que quizá tienen algo que ver con las circunstancias, o con la clase de cristal con el que se los mira… Es más, hasta diera la impresión de que la lucha del bien contra el mal (y a la inversa) es el motor que mueve a la sociedad…
Pero, ¿qué significaría estar más allá del bien y del mal? Habría muchas respuestas. Entre otras, sería estar por encima de cuestiones morales. Los famosos, los ricos o los políticos poderosos del planeta  (mientras la mayoría de nuestra sociedad humana siga siendo borreguil) al adaptar favorablemente sus actos, voluntades y decisiones a las circunstancias también estarían más allá del bien y del mal, lo que no ocurriría con los pobres... 
No está demás especular que si existieran extraterrestres, en otras dimensiones espacio-temporales, es probable que ya hayan superado los conceptos del bien y del mal, esto es, han ido más allá de la ética; el bien y el mal no existiría para ellos. Esos seres que viajan por el cosmos a la velocidad de la luz y que han dominado la física cuántica estarían más allá del bien y del mal.
Para terminar, Federico Nietzsche (quien predicaba el concepto del superhombre, esto es del hombre nuevo que aparece tras la “muerte de dios”, del individuo fiel a los valores de la vida) sostenía en su obra “Más allá del bien y del mal” que: “El amor a uno solo es una barbarie, pues se practica a costa de todos los demás. También el amor a Dios”. Pero también: "Lo que se hace por amor está más allá del bien y del mal".
De todas maneras, los conceptos del bien y del mal, quizá de momento, no estén al alcance de los seres humanos.