“YO QUIERO SER DE CLASE MEDIA”

Por: Máximo Ortega

La mayoría de los habitantes de los países desarrollados viven bien gracias a una fórmula mágica: Las Clases Medias. La política económica y social de estos gobiernos tiene como objetivo ampliar en lo posible el número de personas que pasen a formar parte de las clases medias, lo que implica interés para brindar servicios sociales a la población: pensiones, empleo, sanidad, etc. (Estado de Bienestar), y de esta forma combatir la pobreza. Pero también se trata con las clases medias de evitar contrastes, por ejemplo, evitar la coexistencia de cinco o diez familias ricas y un millón de familias muy pobres. Con las clases medias se da mayor homogeneidad a un país no sólo en lo económico, social sino también en lo político. (En lo económico las clases medias evitarían el exceso de corrupción; en lo social, el racismo, el discrimen; y en lo político impediría, por ejemplo, las dictaduras). Esta sería, entonces, la clave del desarrollo de un país, lo que no ocurre en el mundo subdesarrollado, plagado de diferencias abismales.

Pero, ¿cómo conseguir esta fórmula mágica en Ecuador? Es muy difícil, sobre todo por el saqueo económico del que ha sido víctima nuestro país por parte de esas diez familias que han estado gobernando alternadamente el país en décadas pasadas. Pero, no sería imposible si gobernantes y gobernados nos propusiéramos seriamente “ir hacia el desarrollo”, nos mentalizáramos con la idea de que definitivamente la EDUCACION es la primera y una de las más grandes inversiones para el futuro. Además, de que la democracia es el único camino para alcanzar el progreso. Asimismo, de que la idea de producción de manufacturas es mejor que la de materias primas: es preferible fabricar un televisor, repuestos para vehículos, componentes para computadoras (los países del Asia oriental son expertos en esto) y no “fabricar” petróleo, agricultura. El comercio de tecnología está muy por encima del de materias primas. Eso de decir que somos “país petrolero”, “país bananero”, en el mundo desarrollado suena a pobreza, a dependencia, a clases bajas… Por tanto, educación (tecnología), cultura, democracia y clases medias siempre irán de la mano hacia el desarrollo.